Con motivo del V Encuentro Nacional de
Mujeres Cofrades y VI Congreso Nacional de Mujeres Costaleras, celebrados
conjuntamente en Alcaudete (Jaén) el mes de octubre del pasado año 2015, la Agrupación de Cofradías
de esta ciudad, organizadora de este evento, introdujo en el contexto de su
programa de actividades la celebración de un Santo Vía Crucis en la tarde del
sábado 10 de octubre, en el que participaron la totalidad de Cofradías y Hermandades
de esa ciudad, entre ellas la Cofradía
de la Santa Verónica
y Santísimo Cristo de la
Agonía , que tiene su Sede Canónica en la Parroquia de San Pedro
Apóstol.
Para la realización de este Santo Vía Crucis
las imágenes titulares de esta cofradía, junto a las de la
Cofradía de Ntro. Padre Jesús Cautivo en el Abandono de sus
Discípulos y Ntra. Sra. de las Nieves, organizaron el traslado de sus imágenes desde
la Parroquia
de San Pedro Apóstol, en la que ambas tienen su sede, hasta la ubicación que a
cada una de estas imágenes les correspondía en el bello conjunto urbano de
Alcaudete para representar las estaciones del Vía Crucis.
Para que formáramos parte activa en el
traslado de sus imágenes el grupo de cofrades que desde Cartagena participábamos
en el V Encuentro Nacional de Mujeres Cofrades, junto a las cofrades provenientes
de Zamora, fuimos invitadas por la
Cofradía de la Santa Verónica y Santísimo Cristo de la Agonía a portar la imagen
del Cristo de la Agonía ,
invitación que para todas nosotras supuso una gran emoción, pues nos ofrecían la
oportunidad de vivir y sentir la Semana Santa de Alcaudete desde dentro, y además
hacerlo como costaleras.
A las 17,30 horas, ataviadas con las bufandas
y medallas de nuestras cofradías (rojas californias, la mayoría, y una blanca
resucitada), nos dirigimos hacia la Parroquia de San Pedro Apóstol, que acogía en su
interior los cuatro pasos que esa tarde portaban las imágenes que reciben culto
en esa Iglesia: Ntro. Padre Jesús Cautivo, Ntra. Sra. de las Nieves, la Santa Verónica y el Cristo de la
Agonía. Al llegar a la iglesia allí nos
encontramos con numerosos costaleros, costaleras y cofrades que esa tarde
participaban en el traslado portando estas cuatro escenas de la Semana Santa alcaudetense.
Resulta difícil expresar con palabras las emociones que sentimos todas y cada una de nosotras esa tarde y noche, en las que tuvimos el privilegio de portar sobre nuestros hombros la imagen de Cristo crucificado, el Cristo de
Nuestro firme y acompasado paso, a pesar de
desfilar sin tambores, y la seriedad en nuestra actitud durante el recorrido,
sorprendió al capataz que nos guiaba, ofreciéndonos en numerosos tramos la guía
de la imagen en solitario, sin sus indicaciones: ¡¡Tenéis una gran experiencia portando pasos. Podéis llevarlo vosotras
solas!!, nos decía, palabras que aún nos transmitían más emoción pues
sentíamos con ellas la responsabilidad de que esa día el Cristo de la Agonía tenía que procesionar
con absoluto respeto y solemnidad para recibir la veneración de los
alcaudeteños y del numeroso público presente en las calles de Alcaudete, en las
que en esa tarde de otoño se sentía la lejana Semana Santa que cada año nos
trae la primavera.
El empinado recorrido desde San Pedro Apóstol
hasta la Plaza
de Santa María, lugar asignado para el Cristo de la Agonía , unió a las cofrades
de Alcaudete, Zamora y Cartagena portando por turnos sobre sus hombros la
imagen de Cristo Crucificado protagonista de la undécima estación del Santo Vía
Crucis celebrado en Alcaudete, estación en la que Jesús es clavado en la cruz,
episodio de la Pasión
con el que se cumplen las palabras del profeta: «Han taladrado mis manos y mis pies, puedo contar todos mis huesos»
(Sal 21,17-18).
Finalizado el Santo Vía Crucis se realizaba
el traslado de regreso de las imágenes a su iglesia, en la que las emociones se
multiplicaron, especialmente en los momentos de la recogida. Emotiva jornada
cofrade que gracias al V Encuentro Nacional de Mujeres Cofrades, celebrado en
esa ciudad, pudimos disfrutar propios y extraños.
Conocer y reencontrarnos con amigos cofrades de toda España, compartir con ellos de nuevo nuestras experiencias y valorar juntos la evolución de la incorporación de la mujer en nuestras hermandades y cofradías durante la última década, pues en el año 2005 Cartagena acogía y celebraba el I Encuentro Nacional de Mujeres Cofrades, es lo que nos motivó a participar en esta su quinta edición en la que además, y gracias a